¡Antes de cambiar el analizador, revise su sistema de muestreo!
En años recientes, los fabricantes de analizadores han evolucionado sus diseños para volverlos más confiables, eficientes y precisos. En contraste, los sistemas de muestreo no han presentado grandes cambios de mejora en los últimos 50 años. Se estima que el 90% de las fallas en los procesos analíticos suceden durante el acondicionamiento de muestra, descartando que existe un problema con el analizador.
El objetivo de un analizador es medir la calidad del fluido del proceso, y a su vez, aportar datos de su composición que ayuden a los operadores a tener certeza sobre las condiciones y características del fluido. Para hacer esta medición, es de suma importancia que la muestra extraída del proceso sea representativa.
La representatividad de la muestra depende de varios factores que se presentan durante el diseño, instalación y condiciones del sistema de muestreo, algunos de ellos son: cómo se extrae la muestra, su trayecto por la línea de transporte, el acondicionamiento del fluido para obtener las condiciones requeridas por el analizador, y finalmente, su llegada al equipo de análisis.
Algunos de los problemas más comunes en los sistemas de muestreo son:
- 1. Errores simples del sistema, por ejemplo, válvulas antirretorno invertidas que bloquean el caudal de muestra o un lazo rápido fluyendo en sentido inverso
- 2. La alta presión en una muestra gaseosa puede complicar su acondicionamiento y traer problemas de condensación al disminuir la presión, un tiempo de retardo excesivo debido a la compresibilidad del gas, mayor probabilidad de fugas, entre otros
- 3. Una caída de presión mal controlada en las muestras líquidas puede hacer que exista un cambio de fase, alterando la composición del fluido, y por consecuencia, la lectura en el analizador
- 4. Selección incorrecta de reguladores, válvulas, cilindros de toma de muestra, entre otros componentes, particularmente los filtros, cuando no son compatibles con el tipo de muestra o no cumplen con la función esperada para proteger los demás componentes y el analizador
- 5. Problemas de compatibilidad química entre el fluido y los materiales (elastómeros, aleaciones metálicas, entre otros) que pueden provocar fugas de la muestra u obstrucciones internas
- 6. Tomar la muestra de líneas estancadas. Lo adecuado es tomarla de una línea de proceso activa y fluyendo para garantizar que sea representativa
- 7. Tener volúmenes muertos en la línea de transporte de las muestras. Cada componente o tramo de tubo donde no se encuentre fluyendo continuamente la muestra, genera una acumulación de muestras anteriores que, al mezclarse con la muestra fresca, provoca una respuesta lenta en las lecturas y una contaminación continua
- 8. No realizar un cambio de fase adecuado. Si el analizador requiere muestras gaseosas y el fluido en el proceso es líquido, entonces se requiere vaporizarlo. De no hacerlo adecuadamente, algunas sustancias se evaporarán antes que otras, alterando la composición de la muestra e invalidándola para su análisis
- 9. No mantener el caudal de muestra. Un muestreo exitoso depende en gran medida de controlar el flujo, la presión y la temperatura a las condiciones adecuadas para el análisis. En general, se recomienda mantener un flujo rápido para asegurar una adecuada mezcla en la muestra, líneas más limpias y un tiempo de respuesta más rápido.
- 10. No conocer las causas del retardo. Si las lecturas no parecen estar siguiendo el proceso, posiblemente se deba a un tiempo de retardo elevado. Otros síntomas de este problema incluyen respuestas confusas o inválidas, diferencias en los resultados con el laboratorio y un desempeño deficiente del sistema de control